DOCENTE Y DISCENTE
Hacia la ciudadanía mundial
De la nada, hacia la nada, mientras existir.
(Quinche)
Este trabajo está fundado bajo los
conceptos y las ideas adquiridas con la lectura de la introducción y primer
capítulo del texto de Martha Nussbaum llamado: El cultivo de la humanidad. Una defensa clásica de la reforma en la
educación liberal. Pretende mostrar una necesidad ineludible tanto para
el/la docente y el/la discente (aprendiz), pensar por sí mismo con miras a un
sentir, pensar y hacer-en-el-mundo, para poder-ser-ciudadano/a-del-mundo.
El/la docente debe salir de la
caverna y volver por sus discentes, para que así ellos vuelvan por la raza
humana. Salir de la caverna para saberse-en-el-mundo y a partir de ello
estar-en-él. No un simple <<estar>> como una piedra, sino un estar
en constante reflexión frente al lugar que se ocupa en-el-mundo, y lo que se
debe hacer con ese espacio único que se ocupa. El/la docente debe ser ese
Sócrates que cuestiona. No sólo por cuestionar o porque posea la verdad, como
quien posee un tesoro, sino para que se encuentre a sí por medio de sus propias
indagaciones sobre-el-mundo. El/la docente debe educar en “la argumentación [ya
que] no sólo proporciona a los estudiantes razones para hacer esto y lo otro;
también ayuda a hacer más probable que actúen de cierta manera, y por ciertos
motivos” (Nussbaum. M. 201?. P. 52) no es sólo saber, saber-hacer sino
querer-hacer, el/la docente más allá de educar integralmente y con calidad a
sus discentes debe motivarlos a vivir-en-el-mundo, “en este muy radical
sentido, produce personas que son responsables por sí mismas, personas cuyos razonamientos
y emociones están bajo su control. (Nussbaum. M. 201?. P. 52) así no sólo se
educa para una labor-en-el-mundo, sino para que se sienta-parte-del-mundo y así
asuma la responsabilidad inherente a la raza humana, frente a sus semejantes y
frente a la necesidad de pensar-en-sí-en-el-mundo. Para darse cuenta de su <<mundialidad>> y de su ser
representante de la raza humana y la humanidad. Aunque sea “difícil, dentro de
una cultura tradicional, concebir una educación que promueva la libertad
racional.” (Nussbaum. M. 201? P. 52) Por ello, es el/la docente el encargado de
aguijonear no solo al discente (en tanto posibilite mejores políticas educativas).
La
educación como acción genera un resultado. No solo se debe educar en base al currículo, se debe tender “a considerarla como
un tipo de educación superior […] el punto de vista de que la educación
superior es una parte esencial de la realización personal de todo ser humano.
(Nussbaum.
M. 201? P. 53) Ésta educación “superior” debe ser ejecutada desde el inicio
mismo de la educación, en este caso formal, se debe educar en base a la
reflexión sobre sí mismo/a. En base a que se piense por sí mismo/a. Sobre el
fundamento de aprender a defender mis creencias, ideales, proyectos, cultura,
bajo la capacidad misma de poderlos argumentar, pues en la argumentación lógica
es en donde recae la validez de dicha postura o forma de vida. Desde los grado
de preescolar ya el niño/a piensa sobre sí en tanto las cosas que quiere y no
quiere. Por ello es importante que entre más pronto se eduque en pensarse será
mejor la realidad mundial. Así:
La
educación superior puede generalizarse porque es el desarrollo de los poderes
de razonamiento práctico que cree atributo de todos los ciudadanos; y puesto
que está íntimamente relacionada con la ciudadanía y la familia, su
generalización no amenaza, sino que promete fortalecer la comunidad política democrática.
(Nussbaum.
M. 201?. P. 53)
Una
de las problemáticas educativas es la cantidad de discentes por aula. Ello
permite un desarrollo lento de las habilidades y destrezas críticas necesarias
para vivir-en-el-mundo. Pues “la educación debe ser muy personal” (Nussbaum. M.
201?. P. 54). Entre más personal mejor la calidad de los aprendizajes y de las
habilidades y destrezas para pensar-por-sí-en-el-mundo. Ello permite “preocuparse
de la situación real del alumno, del estado de sus conocimientos y creencias,
de los obstáculos para que ese alumno (discente) alcance la introspección y la
libertad intelectual.” (Nussbaum. M. 201?. P. 54) que es
fundamental para alcanzar la libertad cultural, es decir la autonomía de las
acciones-en-el-mundo. “Para esto, Sócrates interroga a las personas una por
una. […] la instrucción individualizada siempre es, en principio, el objetivo.”
Ello permite a su vez una mejor interacción entre las capacidades y habilidades
tanto del/la docente como de/la discente para comprender así la complejidad del
mundo-en-sí-mismo, pues:
La
educación es para el alma lo que es el arte de la medicina para el cuerpo. Así
como los médicos se desempeñan bien sólo si son sensibles a las verdaderas
condiciones y síntomas de sus pacientes, lo mismo ocurre con el profesor.
(Nussbaum. M. 201?. P. 54)
La
realidad del/la docente es no sólo brindar herramientas para aprender, “como
dijo Heráclito hace dos mil quinientos años: <<Aprender sobre muchas cosas
no da lugar al entendimiento>>”
(Nussbaum. M. 201?. P. 117) así
como cuando
Epicteto
le dice que parece un atleta que llega diciendo jubilosamente: “Mirad, tengo un
nuevo conjunto de pesas de entrenamiento en mi habitación”. Esta persona,
prosigue, no obtendrá como respuesta: “Magnífico, lo has logrado”. La respuesta
que recibirá es: Qué bien, muéstrame lo que puedes hacer con tus pesas. (Nussbaum. M.
201?. P. 54)
No
es sólo saber, es también saber-hacer, querer-hacer y hacer-lo-propio, pues “así
también con el estudiante: muestra que puedes usar lo que lees para pensar bien
y para asumir tu propio razonamiento.” (Nussbaum. M. 201?. P.
54) No sólo para saberse o saberse-en-el-mundo, sino para saber que existen
otros-en-el-mundo. Y que tienen las mismas necesidades como raza
humana-en-el-mundo.
Hay
que enseñar que “una cosa es recordar, otra saber. […] Pero saber es hacer
propia cada cosa. No depender del texto y siempre recordar al profesor. «Zenón
dijo esto, Cleantes dijo esto.» Deja que haya una distancia entre tú y el libro”.
(Nussbaum. M. 201?. P. 54) que no se enseñe a repetir de memoria como loro sino
a pensar, no el qué sino el cómo o <<cómos>>. Pues cada uno es
un-ser único-en-el-mundo. No hay que olvidar que “un maestro dedicado puede
aguijonear el pensamiento de los estudiantes” (discentes) (Nussbaum. M. 201?.
P. 66) debemos los y las docentes “una vez más, como Sócrates, (estar) bajando
la filosofía desde los cielos a la tierra. (Nussbaum. M. 201?. P. 66) Saber que
el pensamiento, es distinción de la raza humana, que el sentir es inherente al
ser humano, el hacer es el origen mismo de la humanidad, por ello los/las
docentes y los/las discentes estamos llamados a pensar ya no solo en
sujeto-dentro-de-un-mundo, sino en ciudadano-del-mundo, responsable de sí
mismo/a y del mundo, somos responsables de la pobreza, de la desigualdad, de
las injusticias económicas, culturales y políticas, de las guerras, de las
enfermedades, de la violencia, de los sistemas de salud, de la intolerancia, de
la pérdida de valores, de los Estados, del comercio, del consumo, de la
familia, de la vida, de la naturaleza, de una mariposa.
La
raza humana tiene el poder de transformar y ha ejercido ese poder, pero lo ha
ejercido para el deterioro del mundo. Ahora los/las docentes y los/las dicentes
tenemos el poder de resistir y transformar. Si no se asume con compromiso y
responsabilidad, con amor e interés, no se podrá por más Sócrates que se lee,
se aprenda, se memorice, y hasta se hable como él, las cosas serán cada vez más
difíciles. Es bueno saber del mundo pero es bueno saberse-en-el-mundo y que
todas sus acciones y no-acciones tendrán consecuencias en el mundo. Hay que
enseñar la condición de ser-mundial.
BIBLIOGRAFÍA
Nussbaum, Martha. El
cultivo de la humanidad. Una defensa clásica de la reforma en la educación
liberal. 201?. Sociología de la Educación (Universidad Autónoma del Estado de
Morelos)