viernes, 10 de febrero de 2017

ESCRIBIR COMO EXISTIR Y LEER COMO RESISTIR

ESCRIBIR COMO EXISTIR Y LEER COMO RESISTIR
Leer y escribir es con el fin de compartir y resistir. Hay que escribir y leer para dar continuidad a la existencia, configurada en la resistencia.
La resistencia es seguir siendo en el mundo. Cuando leo individual o grupalmente, estoy “haciendo” en el mundo.  Así, siento y pienso el mundo, para sentirme, pensarme y hacerme como ser-en-el-mundo, como siendo en él.
El compartir es seguir siendo en el mundo, cuando escribo para mí o para el mundo, estoy haciendo el mundo. Así siento y pienso el mundo para sentirme, pensarme y hacerme como ser-en-el-mundo, como siendo en él.
Leer es siempre descubrir y escribir es siempre descubrirme. Leer me descubrir  a los demás y escribir me permite descubrirme. Es la relación dar y recibir, no someramente, sino trascendentalmente. Recibo mundo y doy mundo, así soy la construcción de un mundo y el constructor del mismo mundo.
Leer y escribir son ejercicios, actos, acciones plenas de la libertad. La práctica del ser libre. Leer y escribir es libertad. Pues puedo leer lo que quiera y puedo escribir lo que quiera.  –bueno en algunos casos (la gran mayoría de cosas) lo que pueda-.  Por ello la necesidad de la existencia compartida. Todos a todo. A todo lo que se quiera.
Siempre se ha preguntado y no se puede evadir filosóficamente hablando, ¿por qué leer y para qué escribir? No sé. Lo que sí sé es que ello me permite existir, resistir, y así ser, aquí y ahora.
Leer y escribir es experimentarme y experienciarme, sentirme y reflexionarme no sólo con el fin de ser para mí, sino trascender (consistiendo) en la existencia en tanto que ser para todos.

Leer y escribir en últimas es ser feliz, felices, pues, ¿para qué estamos en el mundo?


(QUINCHE)

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