CUESTIONES ÉTICAS DESDE LOS TEXTOS DE LA CARTA A
MENECEO, ÉTICA MÍNIMA Y EDUCACIÓN Y LA ENTREVISTA DEL CUIDADO DE SÍ. De
Epicuro, Adela Cortina y Foucault respectivamente.
Más que respuestas, más cuestionamientos
De la nada,
hacia la nada, mientras, existir.
(Quinche)
Empezaré por explicar qué
es lo que se hará en el siguiente escrito, la idea no es hacer una síntesis
conceptual de los textos, sino lo que se quiere hacer más bien, es un
cuestionamiento de los mismos, desde una perspectiva crítica personal. Algo así
como no creerle a los textos o realizar sobre ellos una duda metódica para
poder llegar a una idea clara y distinta de los mismos. Suspender el juicio y
pensarme como ser humano ético y moral por naturaleza. Por ello puede que
queden vacíos conceptuales, pues cada texto se presta para realizar un trabajo
teórico de análisis crítico del discurso (como la carta a Meneceo). Aunque es
muy clara la relación entre los mismos, pues las angustias existenciales que
presenta Epicuro, se relacionan directamente con el cuidado de sí, y ello,
dichas acciones se pueden clasificar según ciertos criterios o categorías, como
decir que las acciones del cuidado de sí frente a la ataraxia por la muerte pueden ser clasificadas, por ejemplo, como
teleológicas, según lo muestra Cortina.
Por sí mismo se debe
empezar para hablar de ética y moral. Yo como ser humano entre otras tantas
cosas soy sensación, pensamiento y acción. Pero para ello es necesario saberse
ontológicamente. Pero pasa que todo el mundo no se sabe ontológico –ni lógico-.
Esto ontológico no es más que el saberse perecedero, por ello móvil, reversible
e inestable (Foucault, M. 1984) Una existencia en constante devenir, en unos
casos creciente y en otros decreciente. Éste ser perecedero se resiste desde
las acciones que buscan trascendencia, cuando se tiene la consciencia de
sí. Esto es lo que podría llamar “ética
mínima” y su relación con la educación es directa, pues si se enseña el cuidado
de sí, ya estoy cuidando de los demás. No sólo se debe cuidar la vida de sí
mismo, la que vivo, sino la existencia de los demás, algo así como, hacer de la
vida que no vivo, una vida más digna.
El mundo es negro y blanco
y este blanco puede llegar a ser multicolor. El negro es la ausencia de color.
El mundo es no-ético y ético y este mundo puede ser multi-ético. Lo no-ético es
la usencia de la consciencia de sí. Lo ético es así la presencia de la
consciencia de sí. Las acciones “negativas” son no-éticas, a partir de éstas se
reflexiona, ya objetiva o subjetivamente. Para hallar lo que sería ético y
multi-ético; como en una observación macro y micro. Las acciones no-éticas
están guiadas por los apetitos (Epicuro. 1985) pero, la ética no es del todo
anti-apetitos. Solo que hay que distinguir qué tipo de apetitos. Así la ética
como el arte de gobernarse a sí mismo, y, por los demás, en el sentido que por
ellos se gobierna uno a sí mismo, limita o gobierna sus pasiones involucradas
en sus relaciones sociales. Pues no hay ética ni moral sino es en las
relaciones socioculturales.
Las cuestiones serían,
¿más preguntas sin resolver las ya existentes?, ¿la cuestión ética o las
cuestiones éticas?, ¿mi vida feliz o nuestras vidas felices?, ¿el universo y yo
o mi comunidad y yo?, ¿el carácter y el criterio de sí o la renuncia de sí? La
eterna discusión entre el ser y el devenir. Matar es “negativo” eso es claro,
pero no sé qué haría si me encuentro en una situación extrema en la que se me exija la conservación de mi
vida o la del otro.
Las tantas y diversas
teorías éticas tratan de clasificar las acciones humanas en alguna de ellas. Pero
lo claro es que algunas acciones caben en varias teorías éticas, como Kant que
se encuentra en una ética normativa, a su vez formal y deontológica (Cortina,
A.) como otras acciones a las que les falta la teoría ética. Así ¿tendría que
haber teoría ética por cada ser humano o acción? O ¿es posible universalizar
las acciones humanas? Como por ejemplo que matar es “negativo” en cualquier
parte del universo. Lo polémico es indagar las causas para emitir un juicio
moral.
Es claro que primero
fueron las acciones y después las reflexiones, así primero fue la moral y
después la ética. O ¿ya existían algunos preceptos a priori éticos? ¿Es la
ética el resultado de la religión en tanto que espacio de preparación
espiritual frente a lo perecedero del ser humano? ¿La angustia frente a la
muerte es el fundamento del ser? Es decir que sólo la consciencia de la
angustia es lo que generaría el cuidado de sí, y asimismo, de los demás.
Entonces cuál es el papel
del maestro frente a las diversas formas de analizar las acciones humanas. Ya
no sólo debemos entregar contenido académico sino formar consciencia de sí,
para generar cuidado de sí. Es la labor del maestro evitar la renuncia de sí
mismo en el estudiantado, generar carácter y criterio de realizar una cierta
resistencia en esos juegos de verdad. Pues como dice Foucault donde existe la
libertad existe la resistencia. La cuestión es la resistencia a qué. A ser
alienado y domesticado por éticas externas y no por la moral de saberse un ser
humano de acciones justas e injustas como se muestra en la película Freedom Writers.
Es claro que “el pan y el agua proporcionan un placer
supremo cuando se los ingiere necesitándolos” (Epicuro, p. 419) el saber está
pues en reconocer la necesidad y actuar en pro de ella. Pues la necesidad exige
acciones proporcionales a las circunstancias.
Puesto que “algunas cosas surgen de la necesidad” (Epicuro, p. 422).
Además, “El principio de todo esto y el mayor bien es la prudencia” (Epicuro,
p. 420) y con ella se pretende alcanzar la pleroma
(plenitud) phronimos (juiciosamente),
y alcanzar la Kalos (decencia) para
ser una persona áporon
(infranqueable), para que con ello se evite el algós (dolor), el phóbos (temor) y la lype (pena). Todo con el fin de llegar a encontrar stoi kheia toû kalos zên (las cosas que
producen felicidad) es decir el buen vivir, el arte de vivir bien. Dado que
la “perfección de la vida reposa en el
placer puro de su presencia para sí” (Epicuro, p. 424) el maestro tiene que ser
entonces el generador del cuidado de sí, como el cuidado de los demás. Claro
que no es una tarea fácil, pero sí que es la labor heroica pues se trata de
salvar al mundo. De que el mundo tome conciencia de sí y por ello de su
presencia de sí.
A modo de cierre más no de conclusión, podría
decir que la ética es un tema difícil, arduo, delicado, de dos lados o más, que
se quiere encontrar un fundamento ontológico o cosmológico de las acciones
humanas, pues no se puede uno contentar con saber que algo es sino pensar en
qué es eso algo, qué lo fundamenta y le da sentido dentro de la realidad. La
libertad, la existencia, la esperanza, la trascendencia pueden ser fundamentos
ontológico o cosmológicos pero lo importante es ver la acción en sí pura y
limpia para poder enjuiciar correctamente los actos según su principio, medio y
fin; su antecedente, su proceso y su derivación. Entonces qué hacer, ¿si mi
madre requiere de medicamentos para vivir y no tengo cómo comprarlos es ético
robarlos para salvar la vida de mi madre?
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