viernes, 24 de marzo de 2017

EL INDETERMINISMO HUMANO

EL INDETERMINISMO HUMANO
Primero mi alegría, segundo la alegría de los demás y tercero la alegría de todos

“Alaban la naturaleza humana que no existe en absoluto
 e infaman la que existe realmente.”
(Spinoza)

Éste trabajo está dividido en cuatro partes breves en las que se tratará primero acerca de lo que hizo Spinoza y lo que hizo Brabsky, en relación a la interpretación, análisis y racionalización de los afectos en el caso de Spinoza y de los instintos en Bransky, seguido por la concordancia entre estos dos pensadores, después se relacionara con el vídeo de The dark knight, y finalmente se harán unas consideraciones especiales, no a modo de conclusión sino a modo de debate abierto.

1.       Qué hizo Spinoza y qué hizo Bransky
Empezaré por tratar de aproximarme a la propuesta de Spinoza reconociendo primero su gran audacia y pensamiento, su originalidad, irreverencia y hasta transgresión de su propuesta en general. Los conceptos claves para entender su filosofía son los de la causa adecuada o inadecuada, cuando hay  causas adecuadas obramos afectados por…, y así aumentamos nuestra alegría, mientras que si existe un causa inadecuada padecemos por… y así aumenta nuestra tristeza. La alegría afirma al ser en sí y a la consciencia de su existencia y aumentamos nuestra potencia de obrar, la tristeza no-afirma al ser en sí ni a la consciencia de la existencia y disminuye la potencia de obrar. Se aumenta el padecimeinto.
Spinoza piensa en la dimensión ética de los afectos y cómo estos determinan “indeterminadamente” al hombre. Pues, existe la fluctuación del ánimo, al odio y el amor a la vez, por un mismo objeto se puede producir muchos y contrarios afectos. (SPINOZA, B. 1983) Spinoza lo que “pretende es proponer por primera vez un análisis que muestre por qué la pasión [o no sé si en este caso es afecto]* es potencia y no carencia, un análisis que demuestre por qué para entenderla es necesario partir del cuerpo y no del alma.” (ALLENDESALAZAR, M. 1988. P, 57) Así, gira radicalmente el pensamiento y el objeto de estudio a la vez, ya no es el alma sino el cuerpo pues en el pensamiento de Spinoza son una y la misma cosa. Spinoza “define el hombre igual que los demás seres de la naturaleza: por su apetito o deseo de perseverar en el ser, restituyendo así las pasiones del cuerpo y el cuerpo a la naturaleza cuyas leyes son <<siempre las mismas>>.” (1988. P, 58) Asimismo, en “la Ética y el Tratado Político subraya casi con idénticas palabras que, considerar las pasiones como vicios, los filósofos son incapaces de comprenderlas y por lo tanto, sólo pueden deplorarlas, ridiculizarlas, despreciarlas, detestarlas e incluso maldecirlas,” (1988. P,
•                     Nota de Jonathan Quinche Moreno


59) Todo esto para poder “comprender en vez de lamentarse (qué) significa la potencia vital que encierra cada pasión.” (1988. P, 60) entonces Spinoza se “propone pues abordar un campo inexplorado y por ésta razón insiste sobre la ignorancia que rodea a este cuerpo, ignorancia que pudo permanecer insospechada porque el cuerpo del que se había tratado hasta entonces, había sido a un cuerpo que no obedecía a leyes que eran las suyas.” (1988. P, 62) ya “Descartes había sido el primero en querer considerar las pasiones desde un punto de vista físico y no moral, pero Descartes acaba remitiéndose siempre al alma. Descartes había sido el primero en anunciarlo, pero Spinoza tiene conciencia de ser el primero en analizar el cuerpo en los límites estrictos e infinitos de su materialidad. (1988. P, 63)
Con Brainsky tenemos algo más breve aunque no menos importante, pues proponer un instinto tanático como uno de los “motores” del ser humano es también innovador y radical pues algunos creen que es sólo una sólo y misma fuerza pero enfocada en diferentes formas, el instinto de vida o eros. Habla de
“dos tipos de fuerzas pulsionales en un continuo interjuego. La una llevará al hombre a la progresión, hacia adelante, hacia lo complejo, hacia lo más rico y contradictorio. Éste conjunto lo agrupa bajo el nombre de <<instintos de vida>> y <<eros>> equiparado aquí con libido, a su energía. La otra fuerza estaría constituida por un grupo de fuerzas pulsionales que empujan al individuo hacia atrás, hacia la regresión, hacia lo repetitivo, hacia el reposo estático, corresponde a los instintos de muerte, dotados de su propia energía el <<tánatos>>.” (BRAINSKY, S. 2003. P, 100)

Así, “eros y tánatos constituyen conceptos funcionales que deben valorarse en uno en razón del otro, es decir, se habla de diferentes grados de fusión o de defusión, pero no se puede juzgar instinto de muerte sino a la luz del eros y solamente se puede contemplar el instinto de vida en función de se mezcla y de lo tanático.” (2003. P. 104) entonces podemos decir que negar los instintos es negar al ser humano y con Spinoza negar los afectos y las pasiones es negar al ser humano. Somos instintos y/o afectos.

2.       Concordancia entre Spinoza y Brainsky
La concordancia que se encuentra entre Spinoza y Brainsky para éste trabajo se funda an la relación de los conceptos de éstos dos pensadores. Es decir que equiparamos los afectos de Spinoza con los instintos de Brainsky, que al afecto es el eros y que la pasión es el tanatos. [por ello la clarificación anterior en tanto que Spinoza afirma que “Por afectos entiendo las afecciones del cuerpo, por las cuales aumenta o disminuye, es favorecida o perjudicada, la potencia de obrar de ese mismo cuerpo, y entiendo, al mismo tiempo, las ideas de esas afecciones. Así pues, si podemos ser causa adecuada de alguna de esas afecciones, entonces entiendo por «afecto» una acción; en los otros casos, una pasión.” (1983. P, 124)]. Eros y afectos aumentan y afirman el ser en su perseverancia de ser. Mientras que tanatos y pasión “niegan” el ser y no persevera en su ser. Ninguno de los dos niega la existencia de esta contradicción humana pero a la vez constitutiva de su ser. Pues no todo lo que existe en el mundo da alegría ni todo lo que existe en el mundo da tristeza. En una lucha constante de contrarios necesarios el uno para el otro. Sin el eros no está tanatos y sin afectos no están las pasiones. Y esto no es que sea malo o negativo o anti-ético o incorrecto o que se deba negar una para ver la otra o que una duerme cuando la otra despierta. No.
“Eros y tanatos constituyen conceptos funcionales que deben valorarse el uno en razón del otro; es decir, se habla de diferentes grados de fusión o de defusión, pero no se puede juzgar instinto de muerte sino a la luz del eros y solamente puede contemplar el instinto de vida en función de su mezcla con lo tanático.”  (2003. P, 104)

Son el principio ontológico del ser humano podríamos decirlo muy pretenciosamente pero muy precisa a la vez. Por ejemplo dice Spinoza que “Quien imagina que se destruye aquello que odia, se alegrará.” (1983. Proposición XX P, 149) siente odio por la cosa y a la vez amor por la destrucción de la misma. Dos sentimientos para una misma cosa. Aunque claro está que las cusas para cada uno son diferentes. Es decir que se odio por algún perjuicio en contra y se ama por la destrucción. No por un beneficio por ejemplo.

3.       Relación con el vídeo The Dark Knigth, Spinoza y Brainsky
Wasón es el ser que encarna a tanatos, mientras que Batman es el ser que encarna a eros. O que Wasón es pura pasión y Batman puro afecto. Es decir que Wason siempre actuará bajo ideas inadecuadas y Batman bajo ideas adecuadas, padeciendo el primero y alegrándose el segundo. Claro está que está es una visión muy clásica si se me permite el térmico, pues por qué no decir que Wason es el puro instinto de vida en tanto que persevera en su ser frente a todas las experiencias  digamos nefastas. Y que Batman es el puro instinto de muerte en tanto que quiere reprimir la naturaleza del ser. O desde una perspectiva brindada por Brainsky podríamos decir que Wason “El esquizofrénico pierde no sólo las relaciones vinculares sino también la posibilidad de concebirlas. Así el paciente psicótico (neurótico narcisístico, en términos de Freud) no pierde únicamente a la novia o a la madre sino la capacidad de entender la existencia de estos personajes” (BRAINSKY, S. 1997. P, 63) Y cabe aquí el personaje que surge al final, dos caras, aunque siempre estuvo presente y del lado de los “buenos” al final se pasa al bando de los “malos” por una experiencia nefasta que le termina llevando a la repetición del acto como remembranza de la experiencia nefasta pero esta vez reflejada en otros seres, y en este caso en particular en aquellos en los que recaía la “responsabilidad” en dicho evento (la muerte de la novia).  O “de una modalidad de regresión relacionada con el narcisismo y con la exploración de las profundidades del self, dolorosa, a veces hasta el desgarramiento, o bien alegre hasta lo pueril” (1997. P, 77)  Se actúa más no se obra por el “El esfuerzo por inferir mal a aquel a quien odiamos (lo que) se llama ira, y el esfuerzo por devolver el mal que nos han hecho (lo que) se llama venganza.” (2003. P, 155) se debe pues entender que “hay en el ser humano pares antitéticos que corresponden a afectos [concepto spinosista] a pulsiones instintivas o a contenidos ideativos que se hallan uno en función del otro, de forma que nunca pueden estudiarse de forma disociada. Se trata de contradicciones afectivas básicas y simultaneas.” (1997. P, 62) la ineludible realidad determinante lo “indeterminado” del actuar humano, algunas veces obramos y otras veces no- obramos, en algunas veces aumentamos nuestra potencia de obrar y aumentamos nuestra alegría y la perseverancia del ser de sí. Y en otras disminuimos nuestra potencia de obrar y padecemos la tristeza y así disminuimos en la perseverancia del ser de sí.



4.       Consideraciones especiales 
La esperanza dice Spinoza es la inconstante alegría, manada de la imagen de una cosa futura o pretérita, de la que dudamos su realización. Mas el miedo es una inconstante tristeza, manada también de la imagen de una cosa dudosa (1983) pero qué sería de la existencia humana, de la experiencia de la vida sin la esperanza o el miedo. Pues la pérdida de miedo total nos llevaría  ala temeracidad total y eso sería una idea inadecuada. Y la perdida de la esperanzo nos lleva a la desesperación y caos rotundo y enfermizo.
Debemos hablar entonces de alegrías, en plural, pues la pluralidad de la humanidad, lleva  a la pluralidad de las afecciones que generarán alegría, el cuidado que se debe tener es que mi alegría no debe generar la tristeza de otro. Aunque entraríamos en problemas con lo que dice Spinoza pues diría que si la tristeza de otro me genera alegría, debo mantener esa tristeza del otro para perseverar en mi ser. Pienso de no. Que debe ser que la alegría de uno, pueda ser a la vez  alegría de otros  y así la alegría de todos, aunque suena a utopía romántica. Lo que sí se puede pensar de manera más geométrica sería tratar de perseverar en su ser de sí,  permitiendo la perseverancia de los demás de su sí, en la mayor medida posible; y así la mayor medida de perseverancia colectiva. Es difícil concebir una ética colectivista en la que al pensarse a sí se piense en el otro a la vez. La realidad es que las pasiones son más comandantes que los afectos y que padecemos más que obrar, somos seres de padecimientos constantes y que por ser ideas inadecuadas vemos la realidad con un oscuro lente que muestra todo en ruinas, que impide ver la geometría de la realidad y que por tanto la armonía geométrica de la humanidad es lo que se busca para poder ser, en este caso libres fundados en nuestros afectos, más no sirvientes fundados en nuestras pasiones. La libertad como eje de la vida alegre en tanto que afectiva y afirmativa del ser, es lo que se debe mantener. Pues el ser sirviente lleva a tener una vida de padecimientos. No se puede eliminar del mundo de forma  radical los seres que padecen, que actúan por ideas inadecuadas y que interrumpen la armoniosa afirmación del ser por medio y necesariamente de sus afectos.
La vida debe ser la plena realización de los afectos. La vida debe ser el puro desarrollo del eros. Aunque no se debe olvidar que ellos son gracias a la pasión y a tanatos. ¿Entonces arriba las pasiones y tanatos en tanto que permitan vivir mis afectos y mi eros como formas de ser en el mundo? ¿Pero ese arriba en realidad no sería el evitarlas de forma consciente para ser alegra y además, la idea de la causa de mi alegría?

Bibliografia
Allendeslazar, M. (1988) Spinoza Filosofía, pasiones y política. Alianza universidad. Alianza editorial. Madrid
Brainsky, S. (2003) Manual de psicología y psicopatología dinámicas, Bogotá, Panamericana.
Brainsky, S. (1997) Psicoanálisis y creatividad más allá del instinto de muerte. Colombia. Bogotá. Grupo editorial norma
Spinoza, B., (1983) Ética demostrada según el orden geométrico, Buenos Aires, Orbis.

Recurso audiovisual: The Dark knigth

lunes, 13 de marzo de 2017

LA JUSTICIA Y EL PROBLEMA DEL BIEN COMÚN


LA JUSTICIA Y EL PROBLEMA DEL BIEN COMÚN
El problema del bien común: La justicia
La ocasión, evidencia la proporción justa requerida de la acción.
(Quinche)

Éste escrito está dividido en cuatro partes breves. Se tratará la libertad como bien común y  el problema central será pues la dikaiosyne (justicia). Ello todo enmarcado y sustentado por el concepto de proporción, entendida como la razón o medida justa de la acción necesaria exigida por las circunstancias. Además de partir por “señalar que no existe en lengua inglesa un equivalente exacto de la palabra dikaiosyne, traducida comúnmente por justicia” (1976, Rowe. C. p, 17). Puesto que podría significar muchas cosas, la intención será limitar su definición.
Además me apoyaré en el texto de Rowe Christofer llamado Introducción a la ética griega y el de Protagoras y Gorgias fragmentos y testimonios. con el fin de mostrar el aporte de Protágoras  frente al tema de la ética puesto que “sí puede decirse de los sofistas que su irreverente actitud respecto de las suposiciones tradicionales fue el estímulo principal que impulsó el desarrollo de la filosofía ética sistemática.” (1976. P, 39), y de entender desde Rowe el acercamiento a la propuesta ética de Platón. Además de estar guiado por las ideas de la película como matar a una ruiseñor, la Carta VII de Platón y el texto de maestro Cuchumbé Holguín Nelson, llamado John Rawls: la justicia como equidad.  Es necesario clarificar que en éste trabajo se tomá de la Carta VII únicamente lo que desde Paltón sustenta la idea de éste, sin hacer análisis de la situación de los personajes de su Carta.
Así la primera parte será la encargada de observar cuál es el porqué del problema como común, frente a las responsabilidades que atañe la libertad y así la justicia misma. Debemos empezar pues por ésta ya que “Sentimos una gran tentación de suponer que lo que Sócrates consideró verdaderamente importante no fue tanto el encontrar respuesta a la pregunta por la naturaleza de la verdad, como estar preparado para formularla: “la vida que no ha sido examinada –dice- no es vivible para el hombre” (Apología 38ª)” (1976. P, 47). Así debemos empezar por preguntarnos cuál es el bien común. En éste trabajo se entenderá como la libertad, y por tanto la responsabilidad frente a la justicia de mis acciones. Frente a lo proporcional exigido por la circunstancia u ocasión. La medida y la justo en proporción a… es lo que debe reflexionar el ser humano común y corriente el que “viviera cotidianamente” (1998. Platón. P, 358, 331d) ya que la justicia no es abstracta sino práctica, claro está que depende de una ley o unas leyes, ora naturales, ora divinas, ora humanas. Podemos preguntarnos así que ¿no hay justicia sin ley y ley que no busque justicia y como las leyes se sustentan en las instituciones, serían estas así el principio “ontológico” de la justicia? El establishment sería un problema más a tratar desde na perspectiva crítica, cosa que por el momento se dejará pendiente.
En la segunda parte trataremos qué será aproximadamente la justicia. Ya entendida como el problema del bien común. Pues al ser justo o no ser justo me acarrean consecuencias no sólo individuales sino a la vez colectivas, por ello pensar y actuar con justicia es pensar y actuar por la justicia de los y las demás. “Un problema inmediato es el que nos plantea el hecho de que Sócrates dice que quien sabe lo que es recto no puede obrar de otra manera”. (1976, p. 52) así la rectitud, la razón necesaria, la proporción, la medida, será la evidencia de la virtud (areté). Y “lo que Platón acepta es que lo que es moralmente bueno (excelente) es beneficioso, no que todo lo que puede ser beneficioso es moralmente bueno” (1976. P, 76). Por ello es que se habla de proporción en tanto que en algunas ocasiones se necesitan ciertas acciones y en otras ocasiones otras ciertas acciones. Todas desde el bien común, la libertad hacia la plena justicia. Entonces podemos decir que “el alma buena es la que se domina a sí misma […] es un hombre bueno en la acepción plena” (1976. P, 81) llevándolo a entender que la “virtud para vivir con éxito y justamente son una y la misma cosa” (1976. P, 99) Añadiendo aquí la importancia crucial de la filosofía y de la educación, pues es ella “la filosofía y no la retórica, (la que) nos proporciona la clave de la vida, porque sólo la primera (la filosofía) nos dará el conocimiento que necesitamos para vivir la vida buena” (1976. P, 84) y la educación, pues lo que dice Sócrates es que, la justicia se produce por la acción de la educación (1976) y que es esa la principal función de la educación formar hombres libres, que actúan por el bien común y por ello son justos, proporcionales a las medidas de su naturaleza y contexto. Para no alargarnos más debemos decir que la justicia preestablece una condición de sabiduría como valor y dominio sobre sí mismo, y que la educación debe “dirigir la mirada hacia la acción buena” (1976. P, 124) pero hay que atender que “por su misma naturaleza dice Platón, la ley es general y nunca puede prescribir lo que es mejor o más justo para todos y cada uno sin excepción; “pues las desemejanzas entre los seres humanos y sus acciones, y la falta de completa de toda suerte de estabilidad en los asuntos humanos hacen imposible que algún arte establezca reglas, en cualquier esfera, que tenga validez, sin reservas, acerca de todo” 249b” (1976. P, 142) para no extendernos más pues podríamos pasar otros 2500 años pensando la justicia diremos que necesita como punto de partida ta Summetra (lo proporcionado) (1976. P, 178) para que la acción sea buena, a la medida de la necesidad ni más ni menos, la acción buena (1976. P, 147) además de que podemos juzgar acerca de si el hombre posee o no una virtud determinada viendo si disfruta ejecutando de una manera determinada las acciones del caso (1976). Sin disposición de ánimo no hay justicia.
En la tercera parte trataremos la relación entre como matar a un ruiseñor, la Carta VII de Platón y el texto de Cuchumbé. Las acciones humanas son la representación de las acciones de un Estado. Así la justicia es en el Estado. Y es el Estado el que debe garantizar las condiciones o precondiciones para la evidencia de la justicia en las acciones de los hombres. Así si existen hombres que “no sean aptos por naturaleza y no armonice con la justicia y las demás virtudes […] ninguno de ellos conocerá jamás la verdad sobre la virtud” (1998. P, 378) y sólo es posible conocer la verdad sobre la virtud desde la educación pues “en aquellos casos por culpa de nuestra mala (injusta) educación no estamos acostumbrados a investigar la verdad y nos basta la primera imagen que se nos presenta” (1998. P, 377) o que nos presentan. Por ello en la película vemos que siempre es el pseudohumano negro analfabeta el que debe llevar del bulto porque los blancos son buenos por naturaleza y siempre dicen verdad. Es la réplica de un Estado racista que por medio de sus instituciones y a la fuerza pretende determinar lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto pero desconociendo, negando y ocultando razones, pruebas de la verdad para acomodar a su antojo la famosa justicia. Por ello podemos decir “que las instituciones sociales y políticas aparecen como aquellos principios reguladores que fijan las clausulas especiales en el derecho social, familiar y global” (2003, Cuchumbé, N. P, 6) el aporte aquí de los sofistas es que no dijeron que una cosa fuera buena y mala desde el mismo bajo la misma relación de contexto o perspectiva, sino que es mala o buena según las relaciones, el contexto, perspectiva u ocasión, “ya que la misma cosa podrá ser buena y mala, bella o fea, al mismo tiempo, pero con relación a hombres distintos.” (1977,1980. Protágoras) además de que los valores son impuestos por la sociedad, el Estado determina el tipo de hombre bueno, que desde su libertad actúe justamente y mantenga el bien común.  Cuchumbé nos muestra que la justicia como equidad depende en gran medida de las instituciones Estatales, como estructura básica, que establezca las condiciones necesarias para poder actuar de forma prudente, sabía y virtuosa. Será entonces que ¿el alguacil fue sabio al decir que el ser humano blanco padre de la supuesta abusada haya caído sobre su propio cuchillo dejando así que equilibrará la justicia en este caso proporcional a las necesidades? Pues “un hombre justo, sensato y prudente […] no puede pasarle desapercibido que se acerca una tempestad […] y forzosamente zozobra” (1998. P, 390.  351d) así como le paso a el hombre negro que por más justo que fue, zozobró en la angustia y desesperación a la que lleva la injusticia, mal decidió escapar para terminar como casi todos los hombres justos asesinado. Aquí sólo quisiera señalas el caso Colmenares, pues me parece el caso más evidente de la plena presencia de la injusticia no sólo legal y jurídica sino humana y altruista.
En esta cuarta y última parte quiero hacer unas consideraciones finales y especiales frente a los fines válidos de la vida humana, fines que deben estar enmarcados por la emancipación, fines que son plurales y razonables. Pues así el fin del acto es ser justo, actuar a la medida, ser a la proporción de la exigencia de la naturaleza. Buscar el bien, hacer lo justo, pero ello requiere de una ardua labor de formación de carácter y criterio, de forjar al ánimo hacia el disfrute, gozo y alegría de hacer lo que se hace siempre con miras de la justicia social. “Todo juicio político (ético-moral) es una alternativa de análisis razonable, por tanto, no existe posibilidad de llegar siempre a conclusiones comunes.” (2003. P, 8) la única conclusión común es que debemos actuar por libertad como nuestro bien común siempre con miras a la justicia. Sin olvidar que “el propósito que persigue éste Estado es el de proporcionar las condiciones necesarias para el ejercicio de la virtud moral y teorética” (1976. P, 219) y  así la educación de dicho Estado debe erradicar la eironeia (menos precio de sí mismo) y la akrasia (falta de dominio) y buscar y actuar siempre to kalon (lo excelente o por lo excelente) desde la sophrosine (dominio de sí), formando al hombre spoudaios (hombre bueno) que es lo mismo que hablar de hombres phonimos (hombre de sabiduría práctica). De esos que dicen por favor, muchas gracias, permiso, muy amable, le colaboro, sí señor, sí señora. De eso que sienten dolor por la injusticia cometida en alguna parte del mundo. Y que hace algo para mantener o establecer, a partir del bien común que es la libertad, la justicia.




Bibliografia:
Platón, (1998) Carta Séptima, Madrid, Alianza, págs.. 259 – 299.
Cuchumbé, N. (2003) John Rawls: La Justicia como Equidad, Cali, Revista Criterio Jurídico, Vol 1 N. 3, págs. 7 – 33. En:  http://revistas.javerianacali.edu.co/index.php/criteriojuridico/article/view/220.
Rowe, C. Introducción a la ética griega. Fondo de cultura económica. Mex. Traducción de Francisco Gonzalez Aramburo. Londres. 1976.
Protagoras y Gorgias. fragmentos y testimonios. Traducción José Barrios Gutierrez. Agukar Argentina S.A. Ediciones Orbis.  1977, 1980

Material audiovisual:
Guggenheim, Davis, Waiting for Superman, EEUU, 2010.
Mulligan, Robert, To Kill a Mockingbird, EEUU, Universal. Horton Foote (Novela: Harper Lee), 1962.


jueves, 2 de marzo de 2017

CUESTIONES ÉTICAS...

CUESTIONES ÉTICAS DESDE LOS TEXTOS DE LA CARTA A MENECEO, ÉTICA MÍNIMA Y EDUCACIÓN Y LA ENTREVISTA DEL CUIDADO DE SÍ. De Epicuro, Adela Cortina y Foucault respectivamente.

Más que respuestas, más cuestionamientos

De la nada, hacia la nada, mientras, existir.
  (Quinche)

Empezaré por explicar qué es lo que se hará en el siguiente escrito, la idea no es hacer una síntesis conceptual de los textos, sino lo que se quiere hacer más bien, es un cuestionamiento de los mismos, desde una perspectiva crítica personal. Algo así como no creerle a los textos o realizar sobre ellos una duda metódica para poder llegar a una idea clara y distinta de los mismos. Suspender el juicio y pensarme como ser humano ético y moral por naturaleza. Por ello puede que queden vacíos conceptuales, pues cada texto se presta para realizar un trabajo teórico de análisis crítico del discurso (como la carta a Meneceo). Aunque es muy clara la relación entre los mismos, pues las angustias existenciales que presenta Epicuro, se relacionan directamente con el cuidado de sí, y ello, dichas acciones se pueden clasificar según ciertos criterios o categorías, como decir que las acciones del cuidado de sí frente a la ataraxia por la muerte pueden ser clasificadas, por ejemplo, como teleológicas, según lo muestra Cortina.

Por sí mismo se debe empezar para hablar de ética y moral. Yo como ser humano entre otras tantas cosas soy sensación, pensamiento y acción. Pero para ello es necesario saberse ontológicamente. Pero pasa que todo el mundo no se sabe ontológico –ni lógico-. Esto ontológico no es más que el saberse perecedero, por ello móvil, reversible e inestable (Foucault, M. 1984) Una existencia en constante devenir, en unos casos creciente y en otros decreciente. Éste ser perecedero se resiste desde las acciones que buscan trascendencia, cuando se tiene la consciencia de sí.  Esto es lo que podría llamar “ética mínima” y su relación con la educación es directa, pues si se enseña el cuidado de sí, ya estoy cuidando de los demás. No sólo se debe cuidar la vida de sí mismo, la que vivo, sino la existencia de los demás, algo así como, hacer de la vida que no vivo, una vida más digna.

El mundo es negro y blanco y este blanco puede llegar a ser multicolor. El negro es la ausencia de color. El mundo es no-ético y ético y este mundo puede ser multi-ético. Lo no-ético es la usencia de la consciencia de sí. Lo ético es así la presencia de la consciencia de sí. Las acciones “negativas” son no-éticas, a partir de éstas se reflexiona, ya objetiva o subjetivamente. Para hallar lo que sería ético y multi-ético; como en una observación macro y micro. Las acciones no-éticas están guiadas por los apetitos (Epicuro. 1985) pero, la ética no es del todo anti-apetitos. Solo que hay que distinguir qué tipo de apetitos. Así la ética como el arte de gobernarse a sí mismo, y, por los demás, en el sentido que por ellos se gobierna uno a sí mismo, limita o gobierna sus pasiones involucradas en sus relaciones sociales. Pues no hay ética ni moral sino es en las relaciones socioculturales.

Las cuestiones serían, ¿más preguntas sin resolver las ya existentes?, ¿la cuestión ética o las cuestiones éticas?, ¿mi vida feliz o nuestras vidas felices?, ¿el universo y yo o mi comunidad y yo?, ¿el carácter y el criterio de sí o la renuncia de sí? La eterna discusión entre el ser y el devenir. Matar es “negativo” eso es claro, pero no sé qué haría si me encuentro en una situación extrema  en la que se me exija la conservación de mi vida o la del otro.

Las tantas y diversas teorías éticas tratan de clasificar las acciones humanas en alguna de ellas. Pero lo claro es que algunas acciones caben en varias teorías éticas, como Kant que se encuentra en una ética normativa, a su vez formal y deontológica (Cortina, A.) como otras acciones a las que les falta la teoría ética. Así ¿tendría que haber teoría ética por cada ser humano o acción? O ¿es posible universalizar las acciones humanas? Como por ejemplo que matar es “negativo” en cualquier parte del universo. Lo polémico es indagar las causas para emitir un juicio moral. 

Es claro que primero fueron las acciones y después las reflexiones, así primero fue la moral y después la ética. O ¿ya existían algunos preceptos a priori éticos? ¿Es la ética el resultado de la religión en tanto que espacio de preparación espiritual frente a lo perecedero del ser humano? ¿La angustia frente a la muerte es el fundamento del ser? Es decir que sólo la consciencia de la angustia es lo que generaría el cuidado de sí, y asimismo, de los demás.

Entonces cuál es el papel del maestro frente a las diversas formas de analizar las acciones humanas. Ya no sólo debemos entregar contenido académico sino formar consciencia de sí, para generar cuidado de sí. Es la labor del maestro evitar la renuncia de sí mismo en el estudiantado, generar carácter y criterio de realizar una cierta resistencia en esos juegos de verdad. Pues como dice Foucault donde existe la libertad existe la resistencia. La cuestión es la resistencia a qué. A ser alienado y domesticado por éticas externas y no por la moral de saberse un ser humano de acciones justas e injustas como se muestra en la película Freedom Writers.

Es claro que  “el pan y el agua proporcionan un placer supremo cuando se los ingiere necesitándolos” (Epicuro, p. 419) el saber está pues en reconocer la necesidad y actuar en pro de ella. Pues la necesidad exige acciones proporcionales a las circunstancias.  Puesto que “algunas cosas surgen de la necesidad” (Epicuro, p. 422). Además, “El principio de todo esto y el mayor bien es la prudencia” (Epicuro, p. 420) y con ella se pretende alcanzar la pleroma (plenitud) phronimos (juiciosamente), y alcanzar la Kalos (decencia) para ser una persona áporon (infranqueable), para que con ello se evite el algós (dolor), el phóbos (temor) y la lype (pena). Todo con el fin de llegar a encontrar stoi kheia toû kalos zên (las cosas que producen felicidad) es decir el buen vivir, el arte de vivir bien. Dado que la  “perfección de la vida reposa en el placer puro de su presencia para sí” (Epicuro, p. 424) el maestro tiene que ser entonces el generador del cuidado de sí, como el cuidado de los demás. Claro que no es una tarea fácil, pero sí que es la labor heroica pues se trata de salvar al mundo. De que el mundo tome conciencia de sí y por ello de su presencia de sí.


A  modo de cierre más no de conclusión, podría decir que la ética es un tema difícil, arduo, delicado, de dos lados o más, que se quiere encontrar un fundamento ontológico o cosmológico de las acciones humanas, pues no se puede uno contentar con saber que algo es sino pensar en qué es eso algo, qué lo fundamenta y le da sentido dentro de la realidad. La libertad, la existencia, la esperanza, la trascendencia pueden ser fundamentos ontológico o cosmológicos pero lo importante es ver la acción en sí pura y limpia para poder enjuiciar correctamente los actos según su principio, medio y fin; su antecedente, su proceso y su derivación. Entonces qué hacer, ¿si mi madre requiere de medicamentos para vivir y no tengo cómo comprarlos es ético robarlos para salvar la vida de mi madre?