jueves, 21 de septiembre de 2017

HERÁCLITO Y LA LUCIDEZ


HERÁCLITO Y LA LUCIDEZ
El honor del sobre nombre del oscuro
Si no esperas lo inesperado nunca lo encontrarás. (Heráclito)
Las líneas de este escrito tratarán de dar cuenta en la medida de lo posible de lo que pretende explicar Heidegger. Más que afirmaciones cerrados se presentan cuestionamientos para debatir y permitir desocultar lo que se nos oculta en lo escrito por el oscuro Heráclito y que trata de hacer brillar Heidegger.
El concepto de Aletheia es base para este escrito desde el filósofo Martín Heidegger el cual a su vez explica al filósofo Heráclito. Ello desde una breve frase, pero, que es de una fuerza que complica las reflexiones en filosofía, esta es: “¿cómo podrá alguien ocultarse ante lo que nunca se pone?” (Heidegger, M. P. 91) los conceptos de alguien, ocultarse y lo que nunca se pone, presentan un problema que ha permanecido vivo por los siglos y seguirá. Pues el mismo Heidegger admite la dificultad de significar los fragmentos de la filosofía de Heráclito que sobrevivieron, pues “no nos admiten, precisamente lo esencial: la unidad de la construcción interior de Heráclito, unidad que dice y entrama todo” (Heidegger, M. P. 89). Así queda atenernos a la recta razón o logos, frente a la difícil interpretación de lo dicho por Heráclito, y de paso el esfuerzo que se debe ejercer para poder entender lo que explica Heidegger.
Se pretende presentar más bien una serie de cuestionamientos frente a la propuesta interesante de Heidegger en su ensayo Aletheia. O mejor más que propuesta, la precisa y certera apreciación de la formulación de Heráclito en su fragmento 16.
Ahora éste Heráclito el “Oscuro”, piensa lo luminoso [licht], “intenta pro-vocar el brillar de lo iluminador en el lenguaje del pensar” (Heidegger, M. P. 89). Un oscuro que piensa lo brillante [Scheinendes]. El problema al parecer es la distinción de la posible relación entre el desocultamiento [ Entbergung]  y el lucimiento [Lichtung]. Y una pregunta sería ¿qué se entiende por el lenguaje del pensar?
Entonces digamos que, lo desoculto es lo que ya ha aparecido y ha dejado, así pues, el velamiento, ha llegado por ello a apariencia y en últimas, presente. El desocultar se da pues en el lucimiento.
Una duda, esta palabra presente es presente de estar en presencia o es presente de tiempo, y así ¿qué pasaría con el pasado y el futuro?
Lo importante en este momento es poder explicar qué se entiende por lo que nunca-se-pone, el ponerse se entiende como un ocultarse o “un permanecer oculto” (Heidegger, M. P. 91). Se trata entonces de mantener una cercanía al texto mismo de Heráclito y del mismo Heidegger, para poder significar o dar sentido de la mejor manera el ya mencionado fragmento 16. La presencia misma es caracterizada por el “permanecer oculto y desoculto” (Heidegger, M. P. 93). Entonces nuestra palabra Aletheia empieza a significar o tener sentido de la presencia de lo presente, lo aparecido, lo anunciado, el estar-delante, como el surgir o el pro-ducirse, así la “presencia es el iluminado ocultarse” (Heidegger, M. P. 94).
Ahora bien, aparece una palabra que complejiza aún más el dilema filosófico presente, y es el olvido, como lo que permanece oculto, es un olvidar lo ocultado, y así si se puede decir un recordar lo desocultado. Pues  lo desvelado esta velado (Heidegger, M. P. 95), lo que se olvida cae en velamiento.
Pasamos entonces a referirnos a la relación del hombre con lo que nunca está oculto, puesto que “el ponerse es pensado griegamente acontece como entrar en ocultamiento” (Heidegger, M. P. 96). Y ante lo cual nadie puede quedar velado, oculto. Así esto que no se pone, es a su vez lo que siempre surge. (Heidegger, M. P. 97) aquí aparece la phisys como concepto para referir a eso que no se pone y que surge constantemente, “si es que lo es” (Heidegger, M. P. 97). Es en ultimas el “desocultamiento siempre perdurante” (Heidegger, M. P. 98). Es importante mencionar la similitud entre los conceptos de “Entstehung” y “Entbergung”, el primero significa nacimiento y el segundo desocultar. Y ambos tienden  a lo mismo dejar el ocultamiento.
Dice entonces Heidegger que el desocultamiento y el ocultamiento son mentados por lo que nunca-se-pone (Heidegger, M. P. 98), así podemos decir que el surgir surge del ocultamiento como desocultamiento. “El desocultarse ama el ocultarse” (Heidegger, M. P. 99), es algo así como modos de ser de la phisys, aunque con toda la posibilidad de equivocarme. Heráclito presenta como se esencia el surgir, como desocultarse. El esenciarse de la phisys. El ocultarse es la posibilidad de su esencia al desocultarse, pero también, que el surgir da la gracia al ocultarse, entonces el desocultarse necesita del ocultarse, es un surgir fuera del ocultamiento, la esencia de la phisys es desocualtar y ocultar, Ahora bien, esta phisys es un “siempre viviente”  (Heidegger, M. P. 101), y ese vivir como la cualidad primordial del ser, pues al igual que en Nietsche  “¿cómo puede ser algo ´ser´ muerto?” (Heidegger, M. P. 101) por ello el fuego para Heráclito ayuda a ejemplificar su tesis ya que es a su vez como un surgir que siempre perdura, lo que a modo de la phisys siempre descansa en sí, y no fue creado por dioses ni hombres (Heidegger, M. P. 102). Y este fuego es el mismo mundo como surgir duradero, busca así la plenitud esencial de lo Mismo, el logos fundamental en la tesis de Heráclito que permite “su acordar [Sinnen] en el corazón [Herz]” (Heidegger, M. P. 103); así llegamos a “lo que nunca entra en el ocultamiento es el surgir permanente fuera del ocultarse” (Heidegger, M. P. 103).
Arde y brilla pues el fuego y da claror, claridad al mundo hace lucir y libera “lucir es el pro-ducir reunidor-acordante en lo libre, es custodiar de la presencia” (Heidegger, M. P. 103). El mundo es el lucimiento acontecido. Así lo esencial es el mismo lucimiento que permite el desocultamiento de lo oculto. No se da un desocultamiento porque sí, sino que es necesario el logos para ello, ya que muchos creen que lo presente es por familiaridad lo adecuado, aunque les sea extraño. La luminosidad permite el desocultamiento, y ello solo se capta en el puro acontecer invisible del resplandor del lucimiento, que a su vez es velarse, y así lo más oscuro. Aquí hay una gran confusión pues ¿cómo es que el lucimiento es a la vez velamiento? Por ello lo del honor del sobre nombre oscuro.
Para terminar, es importante decir que Heidegger hace un minucioso estudio de los conceptos en la filosofía de Heráclito, y así podemos decir que el filósofo se debe encargar de pensar conceptos, desde conceptos y con conceptos, para poder dar sentido a la realidad. Heidegger muestra, podemos decir, un método, en tanto que ceñirse literalmente a lo dicho por el autor y no por las múltiples interpretaciones manipuladas en algunos casos por otros tantos pensadores. Dar un orden al discurso y retomar lo ya alcanzado para seguir desocultando lo oculto, aunque eso sea velarlo.

BIBLIOGRAFÍA

HEIDEGGER, M. Revista de filosofía. Aletheia. 

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