sábado, 27 de mayo de 2017
LA ACCIÓN COMO PUNTO DE ENCUENTRO, PARTIDA, MEDIO Y CONTINUIDAD
Obedecer, rebelarse: ¿no sería mejor que nadie mandase, para que no tuviésemos que
buscar razones para obedecer no encontrásemos motivos para sublevarnos en contra
suya? […] cada cual debería actuar de acuerdo con su propia consciencia, sin reconocer
ningún tipo de autoridad. Son las autoridades, las leyes, las instituciones, el
aceptar que unos pocos guíen a la mayoría decidan por todos, lo que provoca los infinitos
quebrantos de cabeza que padecemos los humanos: esclavitud, abusos, explotaciones, guerras…
(Fernando Savater. Política para amador. Ariel. P. 42)
LA ACCIÓN COMO PUNTO DE ENCUENTRO, PARTIDA, MEDIO Y CONTINUIDAD
La educación como acción para la transformación de la escuela, la familia y la sociedad
Entender la educación como acción no es nada nuevo, pues es siempre práctica constante, relaciones interpersonales entre docente-discente (aprendiz), llevar a la escena (escuela) la práctica de ciertas acciones enmarcadas dentro de ciertas teorías, o, llevar a la teoría ciertas acciones, por ello procesos y resultados. Todo ello complejo y enmarcado dentro de cierto tipo de contexto que presenta ciertos tipos de acciones, de relaciones, de reacciones; y de construcciones mutuas, dinámicas y constantes.
Este trabajo estará dividido de la siguiente manera, no por que trate ideas diferentes, sino para tratar de hallar unas categorías de comprensión que permitan hilar y conducir la problemática propuesta en este trabajo: la acción como punto de encuentro, medio y continuidad. La acción es la acción del docente, del dicente y en sí de la comunidad educativa que permita el encuentro de los saberes y el dialogo de los mismos para la mutua y autónoma construcción cultural y por tanto política y social así como económica. Es medio, en tanto que es en el proceso, en la iniciativa, en la práctica pedagógica con el discente y la comunidad educativa que hace para obtener ciertos resultados que solvente las necesidades básicas y primarias de dicho contexto. Y es continuidad porque la acción no busca un fin en sí mismo sino la continuidad, la dinámica constante del cambio en tanto que mejoría de las condiciones sociales, ambientales, culturales, políticas y económicas en general y para todos en la mayor medida de lo posible. No se puede pensar en un fin de la educación en tanto que acción, pues es en la acción de la educación, del docente donde se puede ejercer, no la autoridad, sino la influencia, la motivación, el ánimo, para que cada discente actúe por su propia consciencia y así la transformación de las injusticias sociales, política y económicas. La primera parte tratará sobre la globalización y la educación. La segunda parte tratará sobre la consciencia política, la niñez y la juventud. La tercera parte tratará sobre el docente su formación y su rol. La cuarta parte tratará sobre la violencia en la escuela. Para finalizar con unas consideraciones especiales, en relación a la teoría, la práctica y los problemas del contexto social, político y económico frente a la educación. Sin olvidar que la educación en este trabajo se entiende como acción, por ello debe generar necesariamente una reacción, que será la transformación de la cultura, entiéndase por cultura la ideología, las ideas autónomas sobre el mundo y la forma de actuar en él, por ello la concepción y acción política, el consumo económico, y la interacción social.
1. La globalización es una acción. Es la acción de englobar, acaparar, abarcar, a nivel político, económico, y cultural al mundo en sí mismo. "La globalización, por supuesto, no es una única cosa, y los múltiples procesos que reconocemos como globalización no están unificados ni son unívocos.” (Toni Negri, citado por Mejía, M. 2015. P. 3) la globalización no es un objeto, un cuerpo, una materia, una entidad o masa. Es un proceso, son unos procesos, múltiples, variados, diferentes, divergentes, no son unívocos. Son acciones que se encarnan en la humanidad misma, es el ser humano el que lleva a cabo la globalización y a su vez la globalización hace al ser humano. La cuestión es, qué nivel de consciencia hay sobre dichos procesos o acciones para entenderse dentro de las dinámicas de una sociedad en específico, pues aunque la globalización tienda a abarcar todo no lo abarca de la misma manera. La educación, como ya se dijo, es una acción, al igual que la globalización y también es encarnada por la humanidad, por la persona docente que desarrolla ciertas acciones sobre ciertos individuos generando así ciertos procesos, con miras a ciertos objetivos, que permitan evidenciar un aprendizaje, un comportamiento y una incidencia en la construcción de su cultura, de la cultura y así de las acciones de la sociedad. Por ello las acciones de la educación deben buscar tres pilares fundamentales desde tiempos socráticos, la justicia, la belleza y la verdad o el bien. Si la educación hace justicia, crea belleza, y busca-aplica la verdad o el bien, se reflejará necesariamente sobre una sociedad que actuará justa, bella y verídicamente. Esto es la que la educación debe globalizar o lo que la globalización debe educar. En cualquier contexto por diverso que sea se necesita de estos tres pilares, claro está que con los matices que amerite cada contexto social, político y económico.
Fácilmente usted que tiene este texto entre sus manos hoy se ha vestido con un blue jean que tiene una marca de una transnacional, las zapatillas tenis con las cuales fue a practicar un deporte este fin de semana son de una fábrica que tiene su origen en Norteamérica pero cuando usted revisa la marquilla aparece como hecha en Indonesia, Filipinas o Taiwan. Fácilmente usted anda impactado con las últimas noticias que le trajo en directo la televisión de su país sobre el último discurso de Bush planteando la guerra contra el ―eje del mal‖ (Irak, Irán, Afganistán, Corea) o los últimos resultados del conflicto israelí-palestino y sus búsquedas de paz. (Mejía. 2015. P. 4)
La acción, la educación debe garantizar una reflexión crítica sobre estos presupuestos, pues no conocemos las condiciones laborales de estas empresas transnacionales, condiciones entendidas como el salario, las jornadas laborales, la salud, entre otras tantas cosas. La acción de la globalización va arrasando sin permiso las ideologías, las culturas, las posturas políticas y económicas, mientras que la educación con su accionar debe mantener una visión crítica y una práctica transformadora de las injusticias, pues puede enseñarse a comprar productos nacionales, locales para ayudar al crecimiento económico de la nación para que pueda competir dentro del proceso y el accionar de la globalización y así evitar la desaparición de empresas y microempresas que son devoradas cada vez más rápido por las transnacionales.
El primer gran logro del movimiento pedagógico es ver cómo su movilización logra que la pedagogía acceda a una mayoría de edad tanto en el campo de la educación disciplinaria como en el campo del impacto para la construcción de un proyecto de cara al futuro del país y en el quehacer de los maestros y maestras que buscaban desde lo pedagógico constituir el ámbito de sus primeras representaciones buscando incidir en la elaboración de las políticas públicas que se hacen visibles en las discusiones de la ley general de la educación y su articulado, logrando en algunos casos un replanteamiento de ella, en donde el oficio de maestro se constituye en un ejercicio profesional que no podía estar simplemente reconocido como un campo disciplinario y técnico sino como un campo de acción política. (Mejía. 2005. P. 129)
Lo que se debe globalizar es la educación, el pensamiento crítico y las prácticas transformadoras.
2. La consciencia es por naturaleza política. El zoon-politikos aristotélico, es ahora un consciente sujeto político, un actor político, un agente político. No solo un espectador pasivo y nulo de la política, sino el hacedor de la política misma, entendida como las acciones, relaciones sociales y culturales de una civilización. Así la consciencia política también es una acción. Es una acción del pensamiento sobre la sociedad. Sobre la función-acción sobre la misma.
El sujeto racional separado del otro, del mundo, de sus propias mediaciones; es decir, el sujeto trascendental kantiano, el sujeto cartesiano, deviene en sujeto vacío, sin historia, sin concreciones. El sujeto racional sustancia es sujeto cosificado, objetivado, alienado, que pierde su historicidad, su acción, su impermanencia, su transformación. El sujeto racional que se define desde ideales de perfección pierde su propia naturaleza tensional, conflictiva, vital, compleja. (Alvarado Salgado, Sara Victoria; Ospina Serna, Héctor Fabio. 2006. P. 201)
La conciencia es la conciencia de algo. Por ello el sujeto vacío no es ya posible en tanto que la realidad no muestra sujetos vacíos, sino llenos. Sujetos llenos de ideas, ideologías, modas, normas, clichés, sofismas y verdades, de miedos y valores, de principios y deberes, de derechos y compromisos, de responsabilidades y alegrías. El ser humano es más complejo que la misma sociedad que conforma y que le conforma. La cosificación del sujeto lleva a la cosificación de la conciencia y así a la cosificación de la política. Pues la política también es una acción. No puede haber ser humano sin ámbito o dimensión o inteligencia política, es natural a su ser humano. La educación como acción debe ejercer acciones políticas. Pero para ello debe primero generar no el ámbito o la dimensión o la inteligencia política, sino encaminarla, guiarla, conducirla, canalizarla hacia la superación de las falencias sociales básicas y primarias de su contexto local. Que en cierta medida ayudará a lo global.
La educación por tanto esta llamada a brindar herramientas para acceder a la oportunidad, calidad y proyección, frente a la dimensión política, de agente social y cultural, es decir, de cada ser humano en específico. La oportunidad es entendida como la garantía de participar en los procesos políticos como tal. El derecho a ser elegido y a elegir. El derecho a representar y ser representado. Así como exigir mejores representaciones. La calidad entendida como el cumplimiento oportuno de las propuestas políticas, la exigencia del cumplimiento del plan de gobierno en busca de la superación de las dificultades sociales, que se traducen en dificultades educativas. La proyección es entendida como la capacidad de ejercer acciones no sólo de corto plazo, sino de mediano y largo plazo que mejoren las condiciones del desarrollo social, cultural y económico de una nación y del mundo. Y así la política generara las oportunidades educativas, la calidad educativa y la proyección educativa, es decir, que todos puedan estudiar, que todos tengan acceso a calidad educativa a tecnologías y demás, que se proyecte no solo para la finalización de la secundaria sino para la educación superior, brindada 100% por el Estado. Terminar la secundaria no es sinónimo de ingresar a la educación superior. Desafortunadamente de los estudiantes que se gradúan de secundaria muy pocos, una mínima parte ingresa a la educación superior, así sea, técnico o tecnólogo, auxiliar o ayudante de…
La permanencia localizada en la ciudad corresponde a estructuras sociales materializadas en campos como el económico y el político, que indudablemente inciden en la constitución de sujetos y se reflejan en prácticas cotidianas, en las rutas tomadas, en las formas de conocer, en las maneras de actuar y de movilizarse en la ciudad. Estos tipos de estructuras que inciden en las prácticas sociales de los sujetos corresponden, según Giddens (1989), a formas de organización social que inciden en prácticas sociales; es decir, fluidos que coaccionan las prácticas de los individuos. Para ejemplificar este enunciado, las rutas, las percepciones de ciudad, la utilización de espacios de recreación, están condicionadas en muchas de las ocasiones por la posición social del agente. El lugar del individuo en la ciudad, su rol, su escala social, permean sus rutinas y generan formas de vestir, caminar, mirar; al mismo tiempo, estas mismas estructuras permiten la acción creativa de los individuos. (Herrera-Muñoz-Olaya, 2006. P.222)
La consciencia política aunque no se ve como una cosa por ahí caminando, sí que se puede observar en las personas que caminan, cuando llevan la camiseta del Che Guevara, o en las paredes estáticas que muestran grafitis y nuevas formas de pensar, en las noticias cuando hablan los corruptos de su honestidad, en las imágenes de las compañas políticas con mensajes mesiánicos y promesas fantásticas. La forma de cada sujeto, de su ser, puede mostrar su inclinación política. La forma de cada sujeto, de su ser, puede mostrar su nivel educativo. Así la educación y la política son dos caras de una misma moneda. Puesto que:
Imagen # 1 (Primera toma a Bogotá. Paro nacional del magisterio. 16 de mayo de 2017.)
Los políticos fueron educados por docentes, pero, no sé si la culpa fue del docente o del discente que olvido para qué se es político: para garantizar que nadie sufra necesidades o injusticias educativas, económicas, culturales, sociales y políticas.
3. La formación docente es indispensable para que la educación dé los frutos que se pretenden, no como fines inmodificables sino como nuevos frutos con nuevos sabores que permitan una estabilidad, un desarrollo y una transformación. “Sólo un hombre puede emancipar a un hombre.” (Jacques Rancière. 2003. P. 56) la educación como acción es acción de un hombre sobre otro hombre, al cual
nos lo podemos aprender, observarlo, imitarlo, analizarlo, recomponerlo, experimentar lo que su persona ofrece. Siempre nos instruimos escuchando a un hombre hablar. Un profesor no es ni más ni menos inteligente que otro hombre y presenta generalmente una gran cantidad de hechos para la observación del buscador. (Jacques Rancière. 2003. P. 56)
Es un ser humano el que educa a otro ser humano. Le enseña a ser desde lo que es. Por ello no se puede exigir a un dicente lo que el docente no es. Y por ello mismo el docente debe ser muchas cosas a la vez. Pero lo fundamental es ser libre. Un docente que no sea libre no puede enseñar a amar la libertad. “Curiosamente, el discurso acerca del nuevo rol docente parecería seguir sin conectarse con la necesidad de un “nuevo” modelo de formación docente.” (Torres, Rosa María. 2004. P. 8) pareciera que una cosa fuera la formación y otra cosa el desempeño de dicha formación. Y es la verdad en la universidad se leen todas las teorías y modelos educativos, que necesariamente no encajan dentro de las poblaciones a las que después educan. “En el marco de los proyectos de mejoramiento de la calidad de la educación que vienen realizándose con financiamiento de la banca internacional, la formación docente continúa ocupando espacios y presupuestos menores” (Torres, Rosa María. 2004. P. 8) la formación o capacitación docente no es una prioridad política. Por eso hoy en día se está exigiendo formación constante y actual para afrontar los retos del tercer milenio. Pero la verdad es que esta “volcada a la preparación de los docentes en servicio (por lo general desconectada de la formación inicial) a través de programas cortos, instrumentales, atados a las necesidades de ejecución de tal o cual política o reforma” (Torres, Rosa María. 2004. P. 8) se puede decir que una cosa es la formación docente y otra la práctica real del docente, y que está dependiendo de la política de turno “con una noción de reciclaje que alude fundamentalmente a la puesta al día de los docentes en los contenidos de las asignaturas, sin rupturas esenciales con los esquemas del pasado.” (Torres, Rosa María. 2004. P. 8) aun en las aulas se sigue enseñando con textos del siglo XX. Se alude poco a vídeos, se busca poca interactividad y se repliega a cumplir mallas y currículos en detrimento del pensamiento crítico social. Por ello un docente que no sea crítico y que actúe para transformar no puede generar discentes críticos ni prestos para la transformación desde su propia autonomía y libertad. Sin olvidar que el fin último, por decirlo así, es la humanidad misma, el mundo en su enteridad. Por ello se debe tener en cuenta las siguientes características del docente y a su vez del discente, pues el docente sin discente, es nada.
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Si el docente no muestra a la sociedad desde el aula, la sociedad se devora al estudiante, si el docente no cataliza lo que es el discente se puede dispersar y perder en la complejidad de la sociedad. Si el docente no facilita al discente la guía y el proceso el discente se desinteresará por aprender. El docente debe ser un conductor de aprendizajes, más no un impositor de contenidos. El docente debe ser el puente entre el saber y el discente, por ello es puente entre la familia y la sociedad. El docente debe ser idóneo: más que desarrollar habilidades, capacidades, destrezas, principios y valores debe tenerlos en sí mismo para poderlos ejercer, ejemplificar y así permitir verlos en la realidad para poderlos asimilar, apropiar e interiorizar como discente analítico, interactivo, crítico, reflexivo y actualizado. “surge cada vez más como un tema global el que la educación no puede descuidar la formación de los ciudadanos.” (Avalos Beatrice. 2005. P. 21) como ya se dijo la naturaleza humana es política y por tanto la educación como acción igualmente política debe ser uno de los principios de la universalización de la educación. Que se aprenda a ser ciudadano y desde la acepción griega de político, en ultimas que la educación enseña a ser político y se preocupe por los temas de la sociedad a nivel económico y cultural. “El mantenimiento de la democracia y la defensa de las libertades individuales requiere de ciudadanos que crean en ella y apoyen a la institucionalidad democrática. La educación cívica se convierte entonces en un tema de políticas” (Avalos Beatrice. 2005. P. 21) y por ello la formación del docente también debe ser política, así como su rol, el papel del docente es también formar consciencia y acción política.
Pero hay que recordar que no es que el docente no se forme porque no que quiere formar sino porque existen causas externas a su dominio que no facilitan la formación constante de los docentes, puesto que el
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Sino que lo hace para transformar la misma sociedad, no hay interés más allá de la vocación misma y de la convicción misma de servir para cambiar el mundo a nivel político, social, económico y cultural; pues:
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la falta de formación necesariamente se refleja en la formación de los/las dicentes. Y ello debido a diferentes factores tales como:
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Todo esto muestra que los/las docentes sufren a su vez las causas de las políticas globalizantes que cada vez van deteriorando y desvalorizando la labor de los/las docentes. Por ello el/la docente deben cultivar en los/las discentes el pensamiento cuestionante, el pensamiento crítico y el pensamiento filosófico. Aunque no son los únicos que existen. Pero pueden servir como pilares para la evolución hacia otras formas de sentir, pensar y hacer en el mundo, para poder ser. El pensamiento cuestionante es aquel que pregunta no por preguntar sino el que duda (epojé) y pregunta para abrirse al mundo en forma de interrogación. El pensamiento crítico es aquel que permite ingresar al mundo con cautela para poder encontrar las formas de funcionar del mundo mismo. De encontrar las características elementales, esenciales y básicas que componen el mundo, mirar los alcances y posibilidades de mi ser dentro del mundo. Y el pensamiento filosófico en tanto que halle el sentido de sí y del mundo y de su ineludible interrelación y auto construcción. Es dar el sentido a la existencia, a la experiencia y a la trascendencia, es decir, que se valore la vida, que se viva la vida y que se haga algo con la vida y el mundo. Por lo menos dejar el mundo mejor de como nos lo dejaron. El docente debe ser y enseñar:
Vive la vida. Vívela en la calle
Y en el silencio de tu biblioteca.
Vívela con los demás, que son las únicas
Pistas que tienes para conocerte.
Vive la vida en esos barrios pobres
Hechos para la droga y el desahucio
Y en los grises palacios de los ricos.
Vive la vida con sus alegrías
Incomprensibles, con sus decepciones
(casi siempre excesivas), con su vértigo.
Vívela en madrugadas infelices
O en mañanas gloriosas, a caballo
Por ciudades en ruinas o por selvas
Contaminadas o por paraísos
Sin mirar hacia atrás.
Vive la vida.
(Luis Alberto de Cuenca)
4. Se empezará este apartado definiendo algunos conceptos de violencia escolar. Para poder tener claridad de los mismos y sus relaciones, como consecuencias. El maltrato escolar se define como cualquier acción u omisión intencional de forma física, verbal, social o psicológica realizada de manera escrita a través de cualquier medio tecnológico o cibernético en contra de cualquier integrante de un centro educativo. Los actos de violencia siempre van dirigidos a una misma persona o personas, en un periodo de tiempo prolongado, y sistemático, entre pares, o discentes-docentes. Existe la violencia física, la verbal, la social, la psicológica, la escrita, la electrónica, la gestual y la sexual. La escuela no es el ligar inmaculado e impermeable a la violencia. La violencia escolar es una acción. Es una acción compleja, sistemática y consciente. Así mismo debe ser la intervención sobre las acciones violentas, se debe abordar desde toda su complejidad, se debe solucionar sistemáticamente, es decir, siguiendo los conductos regulares de la institución, y debe ser consciente en tanto que se tienda hacia un fin, la solución del conflicto, la superación del mismo y la consecución de la armonía escolar que necesariamente se traducirá en una armonía social, pues si educamos para la no-violencia y la prevención de acciones violentas se podrá visualizar y posibilitar una sociedad no-violencia. La violencia en la escuela es compleja pues responde a múltiples factores, familia, entorno, compañeros, medios de comunicación, y proyectos de vida, entre otros. La escuela debe permitir las acciones educativas tendientes a la formulación de un proyecto de vida que le lleve a actuar desde el presente con miras a un futuro. La violencia en la escuela es sistemática, en tanto que siempre es a los/las mismas, y de la misma manera, ya sea hurtando sus pertenencias, diciéndole malas palabras, haciendo quedar en ridículo, generando situaciones adversas al violentado. Es consciente porque siempre son los mismos/as agresoras y es premeditada porque se busca el momento indicado para la violencia. Por ello la labor para enfrentar la violencia escolar debe ser también compleja, sistemática y consciente, es decir, compleja en tanto que asuma lo global del problema, padres de familia, comunidad educativa, entorno, policía, afectados, agresores, y conocer las condiciones personales de cada involucrado. Debe ser sistemática en tanto que haga un rastreo del antes, durante y después, de la acción (es) violenta (s), con el fin de tener un panóptico amplio y general para poder llegar a la mejor solución y finalización. Y debe ser consciente en tanto que comprenda, entienda y atienda a cada una de las partes de forma integral. En miras a la mejor solución posible, no solo para los victimarios y víctimas, sino para lo sociedad en sí.
La realidad de las escuelas en general, aunque con sus posibles diferencias y variaciones, es la siguiente:
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La violencia escolar es ineludible, lo que se debe hacer en afrontar y enfrentar de manera pedagógica, consciente y tendiente a garantizar los derechos y deberes de las partes.
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El bullying, concepto del tercer milenio, ha impregnado las prácticas de la comunidad educativa, pues hasta entre docentes y discentes se presenta la violencia escolar
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Los/las docentes no son vistos como medios para lo solución y resolución de la violencia escolar, la escuela debe ser el lugar donde la confianza y el diálogo sean las herramientas para llevar a cabo la labor de enseñar y aprender. Los/las docentes deben ser oidos plenos y a todo tiempo para los/las discentes. Debemos ser casi que la consciencia misma para garantizar el pleno desarrollo de cada discente, de la sociedad y de la cultura no-violenta.
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Más que tener capacitaciones, la cuestión es adquirir la consciencia de actuar de manera no-violenta y así garantizar una armonía escolar, social y cultural. La adquisición de conceptos no necesariamente lleva una adquisición de conductas en pro de la armonía.
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Pero no ha enseñado cómo enfrentarlo. No se ha enseñado a denunciar. No se ha enseñado canales anónimos de denuncia, pues el miedo es el factor que permite la existencia de la violencia escolar.
Imagen # 11
Los/las docentes reciben capacitación, pero muchas veces por su cotidianidad del día piensa que estas dinámicas son <> dentro de la escuela. Pero no se da cuenta de que la trasciende, pues la violencia nace en la escuela pero se puede acrecentar hasta traspasar los muros de la escuela misma y llegar a ser un problema de violencia barrial, pandillismo y demás, como drogas y abuso sexual.
Imagen # 12
El desconocimiento es uno de los factores más influyentes en la existencia de la violencia escolar, pues el <> aislamiento de un compañero/a es ya violencia escolar y muchas veces le confundimos con retraimiento o aislamiento voluntario. Lo único que se conoce a medias en la escuela, es el conducto regular y que en muchos de los casos por ser sólo docentes delegamos a las instancias más altas, negando así la oportunidad de ser un mediador, una persona de confianza para posibles casos futuros. Por ello es importante la constante capacitación, el constante diálogo discente-docente, la constante observación pedagógica para ver las relaciones y los juegos de poder dentro de las micro-sociedades del aula. El docente debe tener una visión global y casi que premonitoria.
Imagen # 13
Siempre en las acciones educativas habrá obstáculos para evitar la consecución del objetivo. Los recursos materiales dependiendo la escuela son o no escasos. Las mismas dinámicas de las relaciones docente-discente que no permite el fluir armónico de las sesiones. Las empatías y apatías entre la comunidad educativa. Entre otras cosas, pero más por la misma tara de cada docente, pues cree que su labor no va a dar resultados, la inseguridad y la falta de confianza en los/las docentes limita su propia capacidad de acción.
Imagen # 14
Por más material de apoyo que exista si no hay una verdadera c toma de consciencia en la que se vea que el mejor camina es la no-violencia se podrá ejercer una mejor influencia en las acciones de cada discente con miras a la mejora y transformación de la sociedad, la cultura, la política y la economía.
La violencia escolar es intolerancia, se manifiesta en los centros de educación, puede ser dirigida hacia discentes, docentes o hacia las instituciones educativas. Estos acaecimientos se caracterizan por el acoso invariable, por un proceder repetitivo de hostigamiento e intimidación hacia un individuo determinado, lo que conlleva a la exclusión social y al aislamiento del mismo. (http://www.monografias.com/trabajos97/violencia-escolar-centro-educativo-cerro-silvestre/violencia-escolar-centro-educativo-cerro-silvestre.shtml#ixzz4i2blBUKu) la violencia escolar creemos que están involucrados también otros actores fuera de la familia y la sociedad: los medios de comunicación, principalmente la violencia televisiva la cual tiene una vínculo con la vida real debido a través de los mensajes negativos permite modelar a niños y jóvenes, ya sea por imitar a dañar, quienes los reproducen a la práctica dentro y fuera de los ámbitos escolares (http://www.monografias.com/trabajos97/violencia-escolar-centro-educativo-cerro-silvestre/violencia-escolar-centro-educativo-cerro-silvestre.shtml#ixzz4i2blBUKu), lo importante es reconocer que la violencia escolar existe en el diario vivir de las escuela. Que el docente debe ser el facilitador de soluciones no-violentas.
Consideraciones especiales:
a. La globalización como acción no tiene vuelta atrás, así que hay que educar desde el contexto local hacia lo global, valorando lo local y lo global, viendo que se complementan y hasta se necesitan mutuamente para poder ser.
b. La educación como acción debe ser global, debe llegar a todo el mundo y con todo el saber crítico posible, desde la justicia, la belleza y la verdad o el bien.
c. La política como acción es una dimensión humana innegable, y es la que permite que seamos seres de sociedad.
d. Le educación como acción debe enseñar a ser políticos, a tener consciencia política y buscar la oportunidad, la calidad y la proyección.
e. La formación docente como acción debe tender hacia un pensamiento cuestionante, crítico y filosófico, así su rol de desarrollar en el dicente estas formas de pensar, que no se excluyen sino que se complementan.
f. La violencia escolar como acción es fundamental para hacer sociedad. No quiere decir que se deba fomentar la violencia escolar, sino que por ella se proyecta una escuela no-violenta.
g. La acción del docente debe ser compleja que abarque lo complejo del problema, debe ser sistemática en tanto que contenga lineamientos y objetivos, así como un conducto regular, y consciente en tanto que se sepa hacia a dónde se pretende ir.
La realidad de la escuela es compleja y dinámica, variable y modificable, por ello siempre se debe actualizar el docente, siempre debe proyectar nuevas maneras de hacer, debe buscar no sólo la razón del discente sino también el corazón, para que sus acciones libres. Voluntarias y conscientes, permitan la armonía de la sociedad, la justicia de las accione políticas, la belleza de la formación docente-discente y la verdad o bien de hacerse útil con un sentido en el mundo.
Por ello la teoría muchas veces se queda corta frente a la realidad. La práctica debe inventar nuevos conceptos para atender las circunstancias específicas de cada contexto escolar. Debe entender cómo funciona lo político con lo económico y con lo social y su influencia sobre la educación, sobre la acción educativa, sobre la práctica pedagógica, llegando a que cada quien sea constructor y responsable se su propio ser, como agente consciente de sí, de la sociedad y del mundo así como de las exigencias para estar en él.
Por eso la acción es el punto de encuentro, medio y continuidad, para que la escuela sea el espacio idóneo para la construcción social como ser humano y la transformación social como humanidad.
BIBLIGRAFÍA y WEBGRAFÍA:
AVALOS, B. (2004). Renovando la formación docente inicial. Algunas consideraciones. Revista Colombiana de Educación. (47), págs. 12-29.
HERRERA, M., OLAYA, V. y MUÑOZ, D. (2006). Jóvenes: cuerpos, calles y movimiento. Revista Colombiana de Educación. (50), págs. 216-233.
MEJÍA, M. (2015). Educación (es) en la(s) globalización (es). Bogotá: Ediciones Desdeabajo. Págs. 79-214.
RANCIERE, J. (2003). El maestro ignorante. Laertes, S.A. de Ediciones
SAVATER, F. (1991). El valor de educar. Editorial Ariel S.A.
SAVATER, F. (1992). Política para Amador. Editorial Ariel S.A.
TORRES, R. (2004). Nuevo rol docente: ¿Qué modelo de formación, para qué modelo educativo?. Revista Colombiana de Educación. (47), págs. 30-52.
http://www.monografias.com/trabajos97/violencia-escolar-centro-educativo-cerro-silvestre/violencia-escolar-centro-educativo-cerro-silvestre2.shtml#ixzz4i2btzglA
IMÁGENES
De la imagen 3 en adelante se tomaron de:
http://www.monografias.com/trabajos97/violencia-escolar-centro-educativo-cerro-silvestre/violencia-escolar-centro-educativo-cerro-silvestre2.shtml#ixzz4i2btzglA
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