jueves, 10 de noviembre de 2016

COMENTARIO FRENTE A LOS TRES PRIMEROS CAPÍTULOS DEL TEXTO DE DEWEY EXPERIENCIA Y EDUCACIÓN

COMENTARIO FRENTE A LOS TRES PRIMEROS CAPÍTULOS DEL TEXTO DE DEWEY EXPERIENCIA Y EDUCACIÓN

Preguntas más que respuestas

Empezaré por decir que éste escrito no pretende ser una explicación o descripción detallada del texto mencionado. Es más una serie de preguntas que buscan comprender mejor para asir lo propuesto por el pensador mencionado.

No se puede pasar por alto mencionar la pertinencia y actualidad de Dewey, no se puede ocultar la relevancia de sus reflexiones y concepciones frente al ámbito fundamental de la humanidad la educación. –Podría decir yo, hasta fundante de la humanidad-.

Los conceptos que se piensan dentro de la educación, la filosofía de la educación y la educación misma, no son propiedad de nadie. Ni se instalan en una sola estructura inalterable. Son más bien complementados y reconceptualizados. Hay pues que tratar con cuidado cada concepto de Dewey para poder ver sus alcances y posibilidades dentro del cambio inherente a la educación. La educación es cambio. Y por ello sus prácticas.

Se debe así definir y conceptualizar lo que se entiende por la educación tradicional y la educación progresista, mirar su tensión, pues no es que estén separadas tajantemente por un abismo. No se puede hacer borrón y cuenta nueva con la educación, pues ella es, en tanto que historia, y en tanto que presente en las practicas pedagógicas del día a día y se proponen un hacer el futuro. En palabras de Dewey experiencias ulteriores. Igualmente se señala la importancia de tener una filosofía de la educación, sin establecer un orden jerárquico, sino más bien, una interconexión y complementación para ejercer mejor la labor de ser maestro. No se trata de eliminar, sino de cambiar. Así la teoría de la experiencia debe ser detenidamente criticada, en tanto que examinada y evaluada para entender sus criterios, principios, orden. Indiscutiblemente necesarios e ineludibles para una formación educativa que genere experiencias auténticas. Y evite las inauténticas o anti-educativas en palabras de Dewey. por ello afirma nuestro pensador “educación de, por y para la experiencia” (Dewey, John. 2004, p 75) la teoría no es nada diferente a la experiencia siempre y cuando sean ellas copartidarias del fin en tanto que facilitar por decirlo así la vivencia de las experiencias futuras. Además, no se puede hacer valido lo anterior son no es en búsqueda de los criterios de la experiencia. Y más que ella en sí misma su posibilidad de continuidad, como continuidad experiencial. Como si fuera algo así como la realización del ser en su devenir. Igualmente, no es válido nada de lo anterior si no se crece. Y no cualquier crecer sino un crecer, personal y social, un crece de mi desde mis sueños e ideales, y un social en tanto que sujeto social e histórico. Y de ahí la importancia del pasado en Dewey para entender el presente y mejorar el futuro posible.

Así quedan los conceptos, algunos, en el aire para ser aterrizados y si se quiere y se puede, verificados o mejor dicho experimentados en la práctica, sin decir que se necesita de la teoría para subordinar la práctica.

Para concluir, cómo pensar a Dewey formularé unas preguntas para no cerrar lo que no se puede cerrar. El pensar la actualidad de la educación. ¿Cómo se entiende la palabra crecer en Dewey y qué relación tiene con la práctica pedagógica? ¿Por qué es fundamental el pasado en el pensamiento de Dewey y cómo se relaciona con las experiencias futuras o ulteriores? Y ¿Cómo evitar que la educación progresista termine siendo un ismo más?

QUINCHE


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